domingo, 9 de septiembre de 2007

MI OMBLIGO

Dicen que nacen después de nueve meses aproximadamente, pero yo no lo concibo así. Naciste desde que germinaste en mi vientre, mucho antes de que salgas a la luz del día, un mediodía, mi semillita de algodón: crecías dentro de mí y eso me hacía y me hace muy feliz.

Mi flor, mi dulce flor, salió de mí como cuando sale una mariposa de un capullo color rosa.

Eres tan frágil, tan dócil, tan suave, un copo de algodón que se mueve por la brisa de un otoño atardecer.

Haces que mis ojos brillen de orgullo cuando te miro y es que no existen ojos en este mundo que no sean capaces de mirar en tu sonrisa el bello atardecer de la primavera. Esta primavera que sólo respira cuando sales a la calle a la luz del día.

Eres las horas de mi vida, mi sueño y mi despertar. Eres mi Jade, mi amuleto que me lleva al mundo del no sé dónde y el no sé cuando, pero que me lleva a mirar tu sonrisa dibujada en el cielo, tu cielo.

No me faltes algún día porque sin ti no explicaría la existencia del amor. Por eso ven, abrázame con tus alas mi blanca palomita, hazme sentir el sin sentido de la vida, hazme recordar que tengo vida, que tengo alma plena y no vacía.

Sigue durmiendo sobre mi pecho, sigue soñando con el gato y el perro jugando con las estrellas del cielo. Vuela alto mi colibrí, vuela tan alto que no te alcance la realidad de este mundo, que es mi mundo. Vuela lejos de aquí y llévame contigo, contágiame de tu mundo, para así ser feliz.

2 comentarios:

SIENA TOSTADA dijo...

tienes muchas metáforas super trilladas que al usarlas le quitan la expresión y se vuelve cadencioso.

TUNQUI dijo...

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